domingo, 24 de agosto de 2014

Lisboa antiga

Miro girar los tranvías
sobre la curva
                    amplia
                             de la calle
esmaltada de luz y ropa blanca.

Algo gira en el alma al mismo tiempo:
un puñal amarillo de tristeza.

Y sube a la garganta y a los ojos
esa lenta nostalgia de haber sido
y no volver a ser,
que no es la muerte
sino algo más o menos parecido.

Todo es tan claro ahora,
mientras gira el tranvía junto a los azulejos
y la vieja fachada del café,
como el reflejo
de ese heterónimo viejo
que ves y ya no ves.

Lisboa, 20 de julio

.





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